Ají de gallina

Ingredientes:

1 pechuga de pollo

1 cebolla

1 diente de ajo

2 vasos de leche

1 bote de leche de coco

Aceite de oliva virgen extra

1 cucharadita de ají en polvo

2 patatas medianas

1 cucharadita de sal

½ barra de pan sin corteza

4 nueces picadas

1 cucharada de queso rallado (tipo parmesano)

Para acompañar:

Arroz blanco

1 huevo cocido

Preparación:

El sabor del ají es muy picante, por lo que si vais a hacer este plato para los niños o personas con intolerancia al picante, podéis seguir la receta tal cual eliminando la cucharadita de ají. Saldrá también un plato buenísimo.

En la receta original, se cuece la pechuga de pollo en agua. Yo he preferido darle otro toque e incorporar también la leche de coco. Por lo que coceremos la pechuga de pollo junto con las patatas peladas y partidas en trozos en una olla con agua, una cucharadita de sal y el bote de leche de coco, debemos cocerla aproximadamente unos 30 minutos. La pechuga debe quedar muy tierna, de forma que se pueda deshilar.

En un recipiente, ponemos la  ½ barra de pan partido en trozos y quitando la corteza, añadimos leche hasta que lo cubra y lo dejamos reposar hasta que quede blandito. Cuando esté blandito, pasamos la batidora para que nos quede totalmente mezclado.

Cuando la pechuga esté cocida, la retiramos de la olla y reservamos el caldo para luego. Picamos la pechuga en trozos muy pequeños, de forma que quede como si fuéramos a hacer unas croquetas.

En una sartén profunda con un chorro de aceite de oliva virgen extra, pochamos a fuego suave una cebolla muy picada, el diente de ajo también muy picado y la cucharadita de ají, lo dejaremos hasta que nos quede transparente. Entonces incorporamos la pechuga desmigada y dejamos que sofría unos 5 minutos.

A continuación incorporamos el pan batido con la leche,  las cuatro nueces muy picadas y un poco de queso rallado (aproximadamente una cucharada). Dejamos que cueza a fuego suave, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Debemos tenerlo al fuego unos 15 minutos, por lo que a  medida que vaya espesando, incorporaremos el caldo donde hemos cocido el pollo.

A la hora de servirlo, rallamos un huevo cocido sobre el ají de gallina. Podemos acompañarlo junto a las patatas cocidas y con un poco de arroz blanco.